TITULO:
D.
Cesar Luis de Montalbán y Mazas, arqueólogo proscrito y olvidado en las dos
orillas del estrecho.
AUTOR: Francisco José Pérez Escribano.
PALABRAS
CLAVES: Cesar Luís de Montalbán, arqueología en
el protectorado, museo arqueológico de Tetuán; Tamuda, Lixus, Cromlech Mezora.
RESUMEN: La presente comunicación está centrada en la
figura de D. Cesar Luís de Montalbán y Mazas arqueólogo español que desarrolló
su labor en el protectorado marroquí entre los años 1918 y 1959. Máximo
responsable de las excavaciones hasta
Julio de 1936 cuando fue detenido por las tropas nacionales mientras
prospectaba el dolmen de Mezora, pasó unos años en prisión y tras su puesta en
libertad, se reincorporó a su actividad pero degradado de sus responsabilidades,
contratándosele como peón de obra en sus antiguas excavaciones. En este periodo
arqueólogos e historiadores afines al nuevo régimen se aprovechan de sus
conocimientos y trabajos previos sin que en ningún momento se le restituya en
su puesto, ni se le reconociesen sus trabajos prestados. Muere en Tánger en
Febrero de 1971 prácticamente en la pobreza.
Ya sea por la “leyenda negra” que rodeaba al personaje o
por interés de la nueva generación de arqueólogos, Montalbán cayó prácticamente
en el olvido hasta nuestros días. Esta comunicación es pues la primera reseña biográfica que se realiza
de este arqueólogo, con la que pretendo además de darle a conocer, dignificar y
valorar la labor que realizó en condiciones
de extrema dificultad y en estado permanente de revueltas.
DESARROLLO:
“Sus primeros años: Formación y vuelta al
mundo caminando.
Don Cesar Luis de Montaban y Mazas nace el 1 de Diciembre
de 1876 en Sepúlveda (Segovia). Su padre D. Casimiro de Montalbán regentaba la
farmacia de la ciudad, desposado con doña Julia de Mazas y Maldomingo tuvieron
ocho hijos de los que Cesar fue de los más pequeños. Tras terminar sus estudios
primarios en Sepúlveda, marcha a Salamanca a continuar su formación donde tenemos
constancia[1] que
fue compañero de Antonio Machado y ambos alumnos de D. Ignacio
Calvo [2],
profesor de esta universidad y con posteridad responsable del departamento de numismática del Museo Arqueológico Nacional. Fue
él quien inculcó su interés por la arqueología, la numismática, la mitología y
también el responsable de “envenenarlos” con todo lo que rodeaba al “Continente perdido”, temas que van a estar presente durante toda la
vida de nuestro personaje. Al terminar sus estudios en Salamanca pasa a cumplir
con su deber para con la patria e ingresa en el ejército en Febrero de 1896,
segundo regimiento montado de
artillería. En Enero del 97 asciende a
cabo y en Diciembre del 98 a sargento pasando a la reserva en Septiembre de
1899. Con posterioridad (1902-03)
ingresa en la Comandancia de la Guardia Civil de caballería de Madrid y permanece
en el Instituto armado hasta el 30 de Junio de 1905 cuando causa baja según
consta en su hoja de servicio.
En estos años compagina su vida militar con la vida
cultural del Madrid de la época. Es habitual de las tertulias de cafés, especialmente asiduo al “Café de la Luna” del
que cuentan las crónicas que “lo frecuentaban desquiciados de
la infrabohemia literaria de Madrid”
y del café Fornos que no cerraba
nunca y del que Antonio Espina escribe;
-“fue durante
más de medio siglo el alcaloide de la
capital de España, por la tarde de seis a ocho frecuentado por
matrimonios burgueses, y a partir de las 10 de la noche cambiaba la clientela
dando comienzo las horas fornianas, eran
las horas del pecado: juegazos, escándalos, apuestas, desafíos, suicidios y crímenes pasionales. De
todo hubo en los reservados del entresuelo del Fornos, a los que se accedía por
una puerta distinta desde la calle Peligros”-.
Es en este café donde cruza una apuesta con sus asiduos
por la que se comprometía a “dar la
vuelta al mundo caminando con tan solo una perra gorda en el bolsillo como único
capital, no pudiendo durante su viaje arbitrarse recursos por otros medios que
los proporcionados por sus conferencias y trabajos periodísticos”.
El 1 de Enero de 1904
sale de la Puerta del Sol rumbo a Francia, con la perra gorda en el bolsillo y
su perro “Nerón” como único compañero de viaje (Foto1). Durante este “periplo
iniciático” va escribiendo cuadernos donde deja constancia con recortes de prensa del día
y lugar en el que se encontraba, a los que solía añadir casi siempre un texto
acreditativo y sello del municipio por donde pasaba. La mayoría de estos
cuadernos de viaje están en manos de su nieta[3],
gracias a estos hemos podido reconstruir prácticamente todo su periplo y
recopilar datos de su biografía publicados en la prensa del momento.
Por estos diarios
sabemos que recorre Europa, Rusia, Turquía , Norte de África llegando hasta las
islas Canarias; desde donde embarca rumbo a “las Américas”. En 1911 se
encontraba recorriendo Uruguay y Brasil,
entre 1912 y 13 recorre Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, México y EE.UU.
encontrándose el día de navidad de 1912 en la ciudad de Nueva York como publica
el “New York American” de ese mismo día y “Las Novedades”, periódico
neoyorquino en español que escribía.
“… después de haber visitados todos los países
latinoamericanos, de aquí continuará viaje a Alaska, en cumplimiento del
propósito de visitar todos los países del mundo, empresa en la que lleva
empleado ya varios años..”
El 20 de Febrero de 1913 recoge referencias suyas el
diario de la Habana “La Prensa” donde relata como en Nueva York no le permitieron las autoridades dar
conferencias, y cita textualmente el diario que “ De la Habana se dirigirá a Londres y de allí a la India para
proseguir luego viaje a Manchuria y a la China Mayor”.
Durante este periplo va recopilando piezas de antiguas
culturas, regalo de particulares e instituciones, que envía al domicilio
familiar para ser donadas al museo de Segovia, como refleja en una de las
cartas que acompañaba a estos objetos.
En 1914 estalla la
Gran Guerra viéndose obligado a volver a España tras diez años de periplo. Esperando
acontecimientos decide proseguir su caminata y recorrer a pie el país, así
tenemos constancia de su paso por el campo de Gibraltar en abril de ese año[4].
Viendo que el conflicto se agravaba y alargaba en el tiempo recala en la
capital y vuelve a sus antiguos círculos; las tertulias culturales y el Ateneo
de Madrid.
Ahora estas tertulias
se han trasladado a otros cafés donde nuestro personaje empieza a ser asiduo. Uno
de los más famosos fue el Café del Pombo, en el 4 de calle carretas,
donde D. Ramón Gómez de la Serna montó sus tertulias literarias y creó el
género de greguerías. Todos los sábados por la noche se reúnen allí sus amigos
intelectuales, en un pequeño reservado al fondo del local, personajes que D
Ramón describe en su obra ”La sagrada cripta del Pombo” y entre los que se
encontraba la élite intelectual y política del momento, como Gutiérrez Solana,
Luis Bello, Los Delanauy, Alberto Guillén, Teresa Wilms, Valle Inclán, Neville,
José María Quiroga, Sánchez Rojas, José Zamora y el propio César Luis de
Montalbán. Ellos y muchos más no sólo quedaron inmortalizados en las páginas de
Gómez de la Serna sino que por encargo de éste Gutiérrez Solana los
retrató en su obra “Tertulia del Café del Pombo”.[5]
Entre estos contactos surge el ofrecimiento para dirigir la revista “España
esportiva y turística” actividad de la que se hace cargo Montalbán entre 1916 y
1917. Es en estos años cuando entabla profunda y estrecha amistad con Rosso de Luna [6]
entrando en su Sociedad de Teosofía y en
la lógica masónica de la que “el rojo de
Logrosán” era maestre, esta amistad se intensifica y perdura en el tiempo plasmándose en el cariñoso y
extenso prologó que Montalbán redacta para el libro de Roso “De Sevilla al
Yucatán”, un viaje ocultista a través de la Atlántida de Platón. Se conserva y
hemos podido leer la abundante
correspondencia[7] entre
ambos personajes en las que se pone en evidencia que les unían las mismas pasiones e inquietudes;
la teosofía, la Atlántida, la arqueología y la masonería. De hecho, en
Septiembre de 1920, ya Montalbán en sus labores en el norte de África, tiene lugar uno de los acontecimiento que marcará el futuro profesional de D. Cesar, el
“Proceso Unamuno”, por el que se condenó al literato a dieciséis años y dos días de prisión mayor
y al pago de mil pesetas por la
publicación de dos artículos en los que,
se consideraba, ofendía a la corona y al gobierno de la nación. A raíz de esta
desorbitada sentencia se articula una campaña en defensa de Unamuno que ha sido
estudiada[8] como modelo de campaña masónica, y en la que
D. Cesar Luis participa con una durísima carta.
Intuimos; aunque sin
evidencia documental (tan solo la correspondencia con Rosso de Luna y su sello
personal, cargado de simbología masónica) que Montalbán siguió con su actividad
dentro de estos círculos, y que cualquier referencia escrita a estas actividades
fue destruida por su familia durante su estancia en prisión.
Sí hemos podido constatar la relación de
Montalbán con miembros y dirigentes de otras
logias. Así en la biografía de D. Evaristo Ramos Cárdenas, se detalla cómo tras
su traslado a Tetuán desde tierras leonesas donde continuaba con la tradición
familiar de regentar una farmacia, pronto entró en los círculos intelectuales y
masones de la Colonia. Es allí donde entabla amistad con D. César Luis de
Montalbán con el que le unían aficiones similares. Tal fue la impronta que
había dejado el arqueólogo en D. Evaristo que tras su traslado como farmacéutico a La
Línea de la Concepción invirtió en 1927
todos sus ahorros en la compra de la parcela “Punta del Gallo”, en el
término municipal de San Roque donde
dedicó sus esfuerzos en sacar a la luz un sarcófago de mármol romano. ¿Fue casualidad que conociera el enclave
exacto de Carteia?, hay constancia documental de que años antes en 1926 el director
del Museo de Tetuán (el Sr. Montalbán )
informa por carta a Pelayo Quintero Atauri de unas afloraciones en las
inmediaciones de San Roque, en una finca
particular que no podían ser otras que
la ciudad de Carteia. Es muy probable que
Montalbán compartiera esta información con él
y que la compra de dichos terrenos estuviera muy bien orientada. El alzamiento de 1936 trajo a D. Evaristo Ramos gran maestre de la logia
Floridablanda de La Línea un peor destino que el de César Luis de Montalbán. En
agosto fue sacado de su domicilio familiar y asesinado contra la pared del
cementerio de La Línea. Aunque su familia no conoció su destino hasta cuarenta años después.
*Primera
etapa como arqueólogo en el Protectorado (1918 -1936).
Conocedor de la inminente creación de una Junta Superior
de Monumentos Históricos y Artísticos, y
de las competencias de esta en el Protectorado Español, D. Cesar que no era
hombre de urbe y despacho, sin pensarlo dos veces hace sus maletas y pone rumbo
a Tánger donde llega el 4 de Noviembre de 1918 en el vapor correo procedente de
Cádiz. Rápidamente entra en contacto con un círculo de intelectuales que se
reunía en la tertulia “Del zoco chico”.
Sus primeras actuaciones arqueológicas son sugeridas por estos y llevadas a
cabo en la propia ciudad y aledaños,
Cabo Espartel, el poblado de “Tánger Viejo”, Cabo de Malabata y La Gruta de Hércules.
De estas primeras “incursiones”
es interesante la descripción que hace del hallazgo de un mosaico romano y una
cisterna en el sótano del periódico español “El Porvenir”
“En la tertulia del Zoco Chico, teníamos al
director del periódico es pañol EL Porvenir que me habló de que en el sótano de
la casa donde tenía la redacción había una cisterna que tenía como base un
mosaico romano, la casa está situada frente a la Sinagoga de la Fuente Nueva”[9]
También reseña como
“durante la construcción del teatro del Zoco Chico, se encontró un magnifico
mosaico con un gallo en actitud de cantar que se apresuraron a taparlo para que
no impidieran la continuación de la obra”.
En 1919 le ofrecen
puesto de “encargado de excavaciones de la Junta Superior de
Monumentos Históricos” con la misión de realizar viajes de prospección y la
posterior elaboración de los “Mapas arqueológicos de la zona española”, cosa
que Montalbán realiza con gran pericia ya que se trataba de una actividad que
dominaba por su bagaje como explorador y su predisposición al trabajo de campo.
En una de estas
primeras prospecciones, en concreto la
realizada en el curso del río Martín paraje conocido como “El Mogote”, en el
valle del Mogoga, Montalban tuvo el olfato y ese instinto innato de aquellos
arqueólogos de comienzos de siglo, relacionando el paraje y las estructuras
pétreas que afloraban en el lugar con la descripción que Plinio hacía de la
costa del Estrecho, llegando a la conclusión que se trataba del “oppidum” de
Tamuda.
Eran tan precisas sus
descripciones del terreno que fueron de
gran ayuda al ejercito, en las memorias
que presentaba a la JSMH [10]
refleja los puntos de interés arqueológicos,
así como la descripción pormenorizada del territorio que explora,
haciendo hincapié en accidentes geográficos significativos, cursos de aguas,
pasos naturales, núcleos de población.
Nos parece importante y
significativa la estrecha colaboración que
mantuvo con los militares en esta primera etapa, tanto en la propia excavación
donde siempre había un grupo de soldados dando protección (Fotografía 2), como
en las misiones de prospección donde Montalbán aportaba datos, sobre las
kabilas, sus estructuras y sus dirigentes dejando testimonio escrito; “Viaje de exploración y estudio al Rio Uad
Nekor”. Otro dato que refrenda lo anteriormente expuesto es la importante colección de fotografías de
ámbito militar y de conflictos en poder de nuestro arqueólogo, especialmente
llaman la atención las tomas cenitales (desde terrazas y azoteas) de
actividades de tropas alauitas, las aéreas y las de Monte Arruit por su
dramatismo. También colaboró en la publicación militar “Revista de Tropas
Coloniales”[11], siendo
Director Francisco Franco, informando sobre sus actividades en los yacimientos
arqueológicos de Tamuda, Lixus y sobre el museo arqueológico de Tetuán. En el
año 28 realiza dos excavaciones muy vinculadas
al ámbito militar, la necrópolis portuguesa de Yebial y la necrópolis
portuguesa de la batalla de Alcazarkivir.
Todas estas colaboraciones pensamos
que fueron de terminantes a la hora de concedérsele las siguientes
condecoraciones y distinciones. Si no, qué otros motivos justifican que cinco
países distinto condecoren a un arqueólogo perdido en los parajes áridos del
norte de África.
-
Caballero
de la Orden Militar de Cristo (Lisboa 9.7.1924)
-
La
Medalla de la Paz de Marruecos (Madrid 12.9.1928)
-
Medalla
del trabajo –Bronce-. (Madrid 12.4.1928)
-
Oficial de la Orden Xerifiano Ouissan
Alaouite (Rabat 7.11.1929)
-
Officier d’Academie (pour services rendus aux
Arts) (París 1.5.1931)
-
Caballero
de la Real Orden del reino de Italia (Roma 23.7.1935).
Tras la realización
de las primeras cartas arqueologías de la zona, la Junta Superior de Monumentos
le encarga la tarea de centrarse en las excavaciones de Tamuda y Lixus[12]
ocupándole la mayor parte de su
actividad, concretamente el periodo comprendido entre los años 1921 y 1930, entre
sus competencias también estaban las de catalogar, documentar y ordenar las
piezas más interesantes que iban apareciendo durante las obras de
infraestructura y construcción en las ciudades de Ceuta, Larache, Tetuán y Alcazar Seger .
Es en Larache,
concretamente durante la primera campaña de excavación de Lixus, cuando conoce
en el hotel donde se alojaba, a Isabel
Díaz García una jovencita malagueña que trabajaba con su madre en este
establecimiento y con la que contrae matrimonio ese mismo año. Fruto de este enlace
nacerían sus tres hijos Luis José,
Victoria Eugenia e Isabel Carmen. (Fotografía 3)
Es en este periodo
comprendido entre 1926 y 1936 cuando realiza su labor arqueológica más intensa.
Tan solo en el 26 hemos documentado los siguientes trabajos: “Estudio de la
fortaleza portuguesa de La Graciosa”, “Estudio sobre Alcázar Seguer”, “Estudios
de las estelas funerarias de la Alcazaba de Tetuán”, “Apuntes sobre la ciudad
de Arcilla”, y también realiza una minuciosa excavación de las mazmorras de
Tetuán que posteriormente publica con el
título “Estudios sobre las mazmorras de Tetuán”. En estos años Montalbán se
convierte en el referente de la arqueología Española en el Protectorado, y es
el responsable de recibir a historiadores y grupos de investigadores del resto
de Europa, para dar a conocer los trabajos y hallazgos que se estaban
realizando en esta zona, organizando los que denominaba “viajes de estudio”. Concretamente
hay constancia de los realizados por un
grupo de miembros de la Asociación de Arqueólogos Portugueses residentes en
Lisboa, a Tetuán y Tamuda (1923)[13],
otro a Rabat, Sala Colonia y Volúbilis (1926), y un tercero acompañando a un nutrido grupo de
intelectuales europeos encabezados por la princesa Victoria de Ruspoli apasionada
de la historia de Roma, y muy interesada
en los trabajos de nuestro arqueólogo. Con ella mantuvo una relación especial, carteándose
y visitándolo en numerosas ocasiones que fructificó en la publicación por parte
de Ruspoli de un trabajo tutelado por Montalbán.
Otra de estas ilustres
visitas a las excavaciones que llevaba a
cabo nuestro arqueólogo, fue la realizada por D. Manuel Gómez Moreno,
catedrático de la Universidad Central y que se desplazó principalmente para
visitar Tamuda, realizando un informe posterior donde valoraba muy
positivamente el importante hallazgo[14].
Entre
1927 y 1931 hemos podido ordenar y clasificar los siguientes trabajos; “Estudio
de la necrópolis portuguesa de Yebial” (1928), “Estudio de la necrópolis
portuguesa de la batalla de Alcazarkivir” (1928), “Estudio de la Isla
mencionada por Plinio y el Ara de Hércules” (1929); “Viaje de exploración y
estudio al Rio Uad Nekor” Mayo 1929, “Resumen de los trabajos encargados por la
J.S.M.” (Sept 1929), “Estudios de las canteras de Lixus” (1929), “Trabajos
realizados en Lixus de Mayo a Agosto
de 1930”, “Estudios sobre la situación
de Tamuda al año 1930 Memoria Completa” y “Estudios de Cazaza” (1930).
Las excavaciones de Tamuda
y Lixus van aportando hallazgos de
enorme valor; esculturas en piedra y bronce, una cantidad importante de ánforas y objetos cerámicos, anillos, fíbulas
y una de las mayores colecciones numismáticas del Norte de África, por lo que
el alto comisario, conde de Jordana, decide exponerlos provisionalmente en los
locales que ocupaba la antigua escuela de “Artes indígenas”[15].
Mientras el Delegado General y presidente de la junta superior de monumentos,
Don Teodomiro de Aguilar, consigue un
emplazamiento propio y definitivo para el Museo Arqueológico de Tetuán
que fue inaugurado el 29 de Diciembre de
1931 por el ministro de instrucción pública y bellas artes D.
Fernando de los Ríos, quién deja constancia del hecho y muestra su agradecimiento personal a
Montalbán en una cariñosa y emotiva nota
manuscrita
“En el esfuerzo simbolizado por este museo
radica el acto de cultura más exquisito que he podido apreciar en Marruecos; y
en la labor personal admirable y callada de su creador Sr. Montalbán la prueba
plena del valor de la vocación. Este museo está lleno de sugestiones profundas
para el historiador español y para el
marroquí ¡Que unos y otros sepamos sacar enseñanzas de las mudas piedras”.
Creo justo en este punto
hacer patente la célebre frase y nunca mejor traída de “Dar a Cesar lo que es del Cesar”, y dejar
claro que el museo de Tetuán es lo que es y alberga los fondos que posee
gracias a la valentía[16],
tenacidad, dedicación y vocación de D.
Cesar Luís de Montalbán que bajo los paradigmas de la arqueología del momento,
preocupada fundamentalmente por el objeto, y con la evidente limitación de
recursos realizó una labor impecable,
encomiable y sobresaliente, desprestigiada e infravalorada premeditadamente por
la administración surgida tras la guerra civil, llegando por desgracia hasta nuestros días.
En estos años colabora con la
universidad de Viena, en concreto con el profesor Kibilschek y con el profesor Obermaier[17]
de las que existen correspondencia original y que concluye con la elaboración
de una carta arqueológica de “Yacimientos Prehistóricos” en su zona de
competencia.
Reiteradamente en sus informes periódicos, incidía ante
la JSMAH en la importancia de
prospectar el cromlech de Mezora, pero ante la limitación de fondos esta no
autorizaba dichos trabajos, decisión que exasperaba a nuestro arqueólogo.
Remitió escritos a instancias superiores haciendo constancia de la importancia
del yacimiento y “del interés que otros
arqueólogos tienen puesto en estudiarlo, cosa que de llevarse a cabo sería una
“deshonra” para nuestra administración y un desprestigio para mi persona”.
Hasta tal punto esto era cierto, que
tuvo que echar de su casa a Angelo Ghirelli[18]
quién con “malas artes” entró rebuscando entres sus libros y documentos,
mientras que la mujer de este le entretenía intentando obtener la mayor
información posible sobre Mezora. Finalmente el uno de Septiembre de 1934 con
un capataz y veinte obreros dieron comienzos los trabajos de excavación del
cromlech.
“ Antes de comenzar los trabajos, realicé una documentación
fotográfica del estado en que se encontraba el cromlech, para que por ella se
viera el progreso de los mismos y dejar datos fidedignos de su estado, para que
luego se juzgue la labor realizada, sobre documentos indiscutibles, pudiendo
con ella, ver los progresos de la exploración” [19]
Existen varios cuadernos de campos
con croquis, fotografías y el diario de excavaciones, incluido el presupuesto
pormenorizado de la campaña. Cuando el trabajo de excavación y prospección se
encontraba en su punto culmen, al inicio de su tercera campaña (Julio del 36)
se produce la sublevación del ejército español de la zona y el inmediato día
posterior al alzamiento arrestan a nuestro arqueólogo en la misma zanja de
excavación de Mzora.
Inmediatamente fue encarcelado en la
prisión de Larache donde enfermó y tuvo que ser trasladado al hospital de esa
misma ciudad. Una vez recuperado de las dolencias y conocida su sentencia[20]
por la que se decretaba el cese de todos
sus cargos como resultado del dictamen de la Comisión Depuradora de Funcionarios
Civiles se ordena de nuevo su reclusión, esta vez en la prisión García Aldaves
de Ceuta.
En ella permanece hasta su puesta en
libertad el año 1938, dada la situación en la que se encontraba
España y sopesando sus perspectivas de futuro piensa que lo mejor es emigrar, por
lo que solicita pasaporte para él y su familia con la intención de marchar a
Sudamérica, solicitud que le fue denegada.
* Segunda etapa de
arqueólogo en el protectorado; 1938 – 1945.
En esta época es
nombrado interventor regional de la zona occidental D. Tomás García Figueras, militar
de alta graduación muy interesado y
versado en historia, concretamente en
temas africanistas y andaluces. De 1931 a 36 ejerció como escritor e
historiador en Jerez, preside el Ateneo y es fundador del Centro de Estudios
Históricos Jerezanos. Entre 1921 a 1926 intervino muy activamente en la Campaña
de Pacificación de Marruecos como capitán diplomado del Estado Mayor, en este
periodo debió conocer a Montalbán, su trayectoria y sus trabajos en el campo de
la arqueología, por lo que le denegó el visado pero a cambio le ofrece trabajar
de arqueólogo absolutamente “en la sombra”, pagándole cinco pesetas diarias y
sin que existiera ninguna vinculación contractual con la nueva administración.
Transcribo carta de
García Figueras por su aportación clarificadora de la nueva situación de
nuestro arqueólogo:
“Mi querido amigo: Un escrito que recibo de Alcázar
me confirma en la idea que ya tenía de que no se da Vd cuenta de su verdadera situación.
Toda su actuación ha de desenvolverse desde el punto de vista que ni en
realidad ni si quiera en apariencia, su cargo tenga nada de oficial, ni menos
roce si quiera su antigua función, de la
que fue destituido por su actuación poco conveniente.
Se le está a usted
prestando ayuda en trabajos completamente privados y sin relación alguna con la
organización del Protectorado, y Vd. debe, con su trabajo y su discreción,
darse cuenta exacta de su situación y procurar hacer meritos confiando en la
generosidad de la España de Franco, no olvidando que ni la Iglesia perdona sin
firme propósito de la enmienda.
Manténgase en su
plano, haga modesta y discretamente observaciones que yo veré si son o no
aprovechables y no se acuerde siquiera de que existe una Junta Central de
Monumentos con la cual ninguna relación tiene.
En la seguridad de
que lo hará así, quedo siempre suyo affmo. Amigo (Larache 15 Noviembre de 1938)
“
Nuestro arqueólogo inmediatamente comprendió que en este nuevo escenario su
papel iba a ser el de mero actor
secundario, utilizado por sus conocimientos para seguir con los trabajos de
excavación, pero para provecho directo de los nuevos arqueólogos llegados a la
zona y a más inri remunerado con un sueldo de peón de excavación. Así que Montalbán que era una persona
temperamental, incapaz de doblegarse ni callarse ante el abuso tuvo
constantemente momentos de conflictos y tensión entre compañeros y superiores, especialmente
con el nuevo director del museo de Tetuán, D. Pelayo Quintero Atauri, y muy
tormentosas también las relaciones con el sucesor de este en el cargo D. Miguel
Tarradell Mateu.
En estos años Montalban se encarga
de prospectar dos yacimientos en los que él antes no había actuado; Ad mercuri
y Taberne, de los que dejó redactada memorias de excavación con amplio material
fotográfico. En 1940 realiza gráficos para el estudio de la fortaleza “La
Graciosa” en el rio Lucus. También se le ordenó que organizara viaje de
prospección a unas ruinas aparecidas en la desembocadura del rio Tzahadart (1941) y compilase una memoria
completa de las prospecciones en Tamuda desde su descubrimiento. Pero las
tensiones iban intensificándose exponencialmente, García Figueras intentaba
intermediar entre Tarradell y Montalbán pero las relaciones habían llegado a un
punto de no retorno, y tras varias cartas muy duras del alto comisionado se
rompe todo contacto profesional en 1944.
Ante la nefasta evidencia, Montalbán
se desplazó a Tánger con el fin de encontrar un nuevo empleo, y a partir de ese
año él y su familia subsistieron gracias
a la venta de libros, de sus cuadernos de viajes y de otros objetos personales.
“Pasando penurias y estrecheces sin
recibir más compensación ni ayuda por parte de la administración española”,
según describe su esposa Isabel en una instancia a la Dirección General de la
Función Pública solicitando una pensión de viudedad.
* 1946 – 1959, Montalbán
arqueólogo contractual por la Administración Internacional de Tánger.[21]
El 10 de Septiembre de 1946 la
Administración Internacional de Tánger firma con Montalbán una relación
contractual renovable anualmente hasta 1959, según consta en los archivos del
Servicio de Personal de la exadministración territorial. Estaba obligado a
presentar semanalmente una relación de los trabajos efectuados así como dos
informes anuales, el 2 de Enero y el 1 de Julio, resúmenes de las labores
realizada en el semestre anterior.
Pese a los momentos de humillación y
penuria Montalbán comienza esta nueva etapa de su vida en Tánger con ilusión,
aunque consciente ahora de su papel de
arqueólogo “proscrito” (Fotografía 4). Aun en la “Ciudad Internacional de Tánger”
se tuvo que enfrentar con los representantes del gobierno español que seguían
empeñados en mantener su ostracismo. Cuando arqueólogos e historiadores
extranjeros se presentaban en el Consulado General de España en Tánger
interesándose por su domicilio se les
comunicaba que había fallecido o bien que no tenían noticia de su paradero, pese
a estar inscrito en dicho Consulado desde su llegada en 1946, “Tengo amigos que no se atreven a mencionar
mi nombre, temiendo por su seguridad personal”.
Y los arqueólogos españoles que prosiguieron
las excavaciones en los yacimientos que Montalbán descubrió, ni que decir
tiene, utilizaron sus trabajos y pasaron de largo. Tan solo de aquellos “viejos
Amigos de Tetuán” recibió en 1952 a la Princesa Ruspoli que puso sumo interés en
volver a verle, a alguno de estos encuentros acudió otro ilustre proscrito, D.
Juan de Borbón que según consta en cartas de su viuda acompañaba a la Princesa mientras
esta redactaba un trabajo de investigación sobre “La necrópolis del Marchán”[22]
asesorada por Montalbán del que existe una copia en los archivos del
arqueólogo.
En estos primeros años en Tánger valoró,
supervisó y dirigió los hallazgos que iban apareciendo en diversos puntos de la
ciudad, como los de la calle Estambul
donde identificó una necrópolis. En el
vivero municipal donde saca a la luz unas estructuras que identifica como un “castro cartaginés” y realiza memoria
sobre el foro, la basílica y las murallas de Tingis.
En 1949, a la edad de 73 años comienza otro nuevo proyecto de gran
envergadura, la factoría fenicia de Thymaterion, en la que levanta planos de
situación, croquis de las primeras estructuras excavadas y memoria de
prospección. Pese a su avanzada edad siguió con sus trabajos y estudios diez años más especialmente centrado en los
hallazgos que van apareciendo en el propio Tánger. Prosiguió con las
excavaciones en el vivero municipal aportando nuevos elementos que le hicieron
pensar que se trataban de un puerto Cartaginés, un arsenal y los restos de unos
baños romanos (1956-57).
En 1956 comienza con las labores de prospección
y estudios de lo que identifica como un “Ara Fenicia” una de sus últimas
intervenciones de campo, consciente que pese a su tenacidad, coraje y espíritu
de trabajo las fuerzas empezaban a flaquearles.
De los últimos trabajos llevados a cabo se
encuentra el estudio el de un Hipogeo
Cartaginés en el valle del Mogoga del que realiza un grafico y una memoria. Que
recordemos, fue en Mogoga donde paradójicamente
y como si las parcas fueran concluyendo el tapiz de su vida, uno de los
enclaves donde realizó sus primeras incursiones el año de su llegada a
Marruecos guiado por aquellos personajes que se reunían en la Tertulia del Zoco
Chico.
Según
testimonio de su viuda, los últimos años de su vida, los pasó en el más
completo olvido de España (Fotografía 5), por Tánger pasaron arqueólogos que
hicieron excavaciones en lugares donde Montalbán había trabajado…” y ni siquiera pasaron por nuestra casa por
curiosidad, por simpatía o por cambiar impresiones con mi marido y esto sabiendo él que se ponían en contacto con otros
investigadores de la zona sur”.
D. Cesar Luis de Montalbán y Mazas
murió en Tánger el 5 de Febrero de 1971 y allí descansan sus restos.
* EPÍLOGO:
Con esta reseña
biográfica solo he pretendido dar a conocer y arrojar luz sobre la vida de este
excepcional arqueólogo español que eligió realizar su actividad en zona de
conflicto y que materialmente se jugó la vida en múltiples ocasiones por defender
y preservar el patrimonio cultural, pese al desprecio y a la humillación que
tuvo que soportar por parte de las autoridades de su país y ver con resignación
cómo los nuevos arqueólogos llegados a un Marruecos pacificado, utilizaban sus trabajos y experiencia sin
mostrar la más mínima muestra de gratitud.
Soy consciente que se
han quedado hilos por hilvanar, que hay material importante para seguir
investigando pero también tenía claro que esta primera reseña biográfica tenía
que centrarse en el conocimiento de esta singular persona, y que sirviera a la
vez de reconocimiento a su labor por
parte de sus colegas, aunque haya sido un siglo después.
Sirva
estas humildes palabras para dar el merecido homenaje póstumo que en vida nunca
tuvo.
FRANCISCO JOSE PÉREZ ESCRIBANO.
FRANCISCO JOSE PÉREZ ESCRIBANO.
Algeciras;
Invierno de 2016.
ANEXO: RELACION DE TRABAJOS, DOCUMENTOS Y ESCRITOS:
De 1918 A 1925:
-
Excavaciones de TAMUDA cuadreno de Campo (Nº 47) 1921.
-
Resumenes de los trabajos realizados en Tamuda, Ceuta, Larache, Alzacar Seger.
(Nº32) 1922.
-
Estudio de estelas funerarias Hebreas. (Nº
106) 1923.
-
Catalogación de objetos encontrados en LIXUS (Nº 9) 1925.
-
Apuntes de la historia de Xefxahuen. (Nº26) 1925
De 1926 A 1936;
-
Estudio de la fortaleza portuguesa de La Graciosa (Nº 5) 1926.
-
Estudio sobre Alcazar Seguer (Nº 7) 1926.
-
Viaje de prospección y estudio a Rabat, Sala Colonia y Volubilis. 1926
-
Estudios sobre “Las Mazmorras de Tetuán” publicado (Nº 25) 1926.
-
Estudios de las estelas funerarias de la Alcazaba de Tetuán. (Nº 31) 1926
-
Apuntes sobre la ciudad de Arcilla. (Nº 48) 1926
-
Estudios de los cañones de hierro y bronce de Larache y Arcilla.(Nº 74-143) 1927
-
Conferencia “La arqueología de la Mauritania Tingitana. (Nº 129) 1927
-
Estudio de la necrópolis portuguesa de Yebial. (Nº 36) 1928.
-
Estudio de la necrópolis portuguesa de la
batalla de Alcazarkivir (Nº46) 1928.
-
Inventario de los objetos que componen el museo arqueológico de Tetuán. (Nº 71)
1928.
-
Estudio de la Isla mencionada por Plinio y el
Ara de Hércules (Nº 54,88,113) 1929.
-
Viaje de exploración y estudio al Rio Uad Nekor. (Nº 56) Mayo 1929.
-
Resumen de los trabajos encargados por la
J.S.M. (Nº 59) Sept 1929.
-
Colaboraciones con el profesor Obermaier (Nº 75) 1929
-
Estudios de las canteras de LIXUS. (Nº 88) 1929.
-
Estudios de la situación actual de TAMUDA (Nº 37, 45) 1929-30.
-
Trabajos en LIXUS de Mayo a Agosto de 1939 (Nº
81) 1930.
-
Estudios sobre la situación de TAMUDA al año 1930 Memoria Completa.
(Nº 148).
-
Estudios de CAZAZA. (Nº 34-35) 1930.
-
Mapa arqueológico de la Zona Española de
Tanger. (Nº 121) 1933.
-
Gráficos para el estudio de las fortificaciones de Larache. (Nº 136)
1933
-
Apuntes para la Historia de Sta Clatalina de Mar Pequeña. (Nº 114)
1934.
-
Gráficos para el estudio del Comlech de Mzora. (Nº 141). 1936
- Apuntes para el estudio del Cromlech de Mzora . (Nº 158). 1935-1936
De 1938 A 1945:
-
Gráficos de la exploración de Ad Mercuri. (Nº 69) Sept 39.
-
Memoria de las ruinas de Ad Mercuri y Taberne (Nº 93) 1940.
-
Graficos de los estudios de prospección de las
ruinas de Taberne (Nº 127) 1939
-
Gráficos del estudio de la fortaleza “La
Graciosa”, Rio Lucus (Nº 78) 1940.
-
Estudios sobre las ruinas de la desembocadura
del rio Tzahadart (Nº 11) 1941.
-
Memoria de Tamuda. (Nº 94) 1941.
De 1946 A 1955:
-
Gráficos de la necrópolis de la calle Estambul
(Nº 149) 1947.
-
Gráficos de la memoria sobre los monumentos y
murallas de Tánger (Nº144) 1949.
-
Gráfico del hipogeo cartaginés del Valle de Mogoga. (Nº 111 y 120) 1959.
-
Memoria del hipogeo cartaginés del Valle de Mogoga. (Nº 123) 1959.
-
Memoria sobre el Foro y la Basílica de Tanger. (Nº 151) 1950.
-
Ad mercuri ad Novas; el Kat
– Rio Tzahadartz, castillo de Ras el Kat. (Nº 105) 1951.
-
Gráficos de la memoria sobre las ruinas sitas
en Tanya El Balia y el castro cartaginés del vivero municipal. (Nº 107) 1952.
-
Necrópolis del Marchán (por la
princesa Ruspoli nee Chambrum); (Nº 140) 1953.
De 1956 A 1959:
-
Resumen de los trabajos arqueológicos
efectuados en la zona de Tánger. (Nº
98) 1956
-
Texto y estudio de Ara Fenicia. (Nº 109-153) 1956
-
Gráficos para el estudio de Ara Fenicia- (Nº
99) 1956
-
Gráficos para el estudio de la factoría de Thymaterion. (Nº104) 1956.
-
Gráficos para el estudio de exvotos. (Nº 108)
1956.
-
Gráficos del arsenal, puerto cartaginés y
baños romanos vivero municipal (Nº109) 1956.
-
Estudio y exploración del Ara Fenicia. (Nº
154) 1956.
-
Gráficos de la necrópolis de la calle
Estambul. (Nº 101) 1957.
-
Informe para la creación de una entidad de
catalogación de monumentos y yacimientos. (Nº 110) 1958.
-
Informe de las prospecciones arqueológicas
realizadas en 1958. (Nº115) 1958.
De 1960 A 1972:
-
No constan.
BIBLIOGRAFIA
·
“Arqueología
española en Marruecos ,1939-1946 .Pelayo Quintero de Atauri” – Manuel j. Parodi Alvarez SPAL 15 (2006)
·
“El
Museo Arqueológico de Tetuán. Las civilizaciones de la otra orilla del
Mediterráneo” – Zouak Mehdi, 2006.
·
“
La gestión del patrimonio arqueológico en el antiguo protectorado español en el
Norte de Marruecos . Gestion, administración, normativas.” Javier Verdugo
Santos y Manuel J. Parodi Alvarez SPAL17
(2008)
·
Notas
de historiografía arqueológica. La visita de Joaquín Fontes a Tetuán y Tamuda
(Marruecos) en 1923 – Enrique Gozalbes Cravioto 2008.
·
Apuntes
Históricos sobre el Museo de Tetuán- Mehdi Zouak y Manuel J. Parodi
Alvarez Almo raima 2011.
·
El
monumento protohistórico de Mezora (Arcila, Marruecos) –Enrique Gozalbes
Cravioto 2006.
·
El
paisaje de Lixus (Larache, Marruecos) a la luz de las excavaciones reciente –
Carmen Aranegui Gascó y Carlos Gomez Bellard.
·
Las
colonias y municipios de la Mauritania Tingitana – Tesis Doctoral Rachid Mouden
2010.
·
Los
inicios de la investigación española sobre arqueología y arte árabes en
marruecos (1860-1960) – Enrique Gozalbes Cravioto (2005).
·
Notas
sobre las organización administrativa de las estructuras de la gestión del
Patrimonio Arqueológico en el Marruecos Septentrional durante el Protectorado
(1912-1956) – Manuel J. Parodi Alvarez (2009).
·
Anuario
del Archivo histórico Insular de Fuerteventura (Islas Canarias ) 1989- Excmo.
Cabildo Insular de Fuerteventura Comisión de Cultura.
·
Lixus
-2 Ladera Sur Excavaciones arqueológicas Marroco-españolas en la Colonia
Fenicia campañas 2000-2003 – Carmen Aranegui Gascó .
·
“El
plan estratégico de la zona territorial de Tamuda “- Verdugo Santos J., Jiménez
Barrientos J.C. y Zouak M.(2008).
·
“El
Arqueológico de Tetuán ,una plataforma científica para el conocimiento de las
civilizaciones humanas del Estrecho de Gibraltar “Zouak M. (2008).
[1]
Notas autobiográficas de D.Cesar Montalbán.
[3]
Los que faltan tuvieron que ser vendidos en los zocos de Tetuán y Tánger para
poder subsistir, en un periodo de dificultad y estrecheces en la vida del
arqueólogo.
[4]
El 3 en Tarifa, el 4 en Algeciras el 6 en la Línea y el 8 en Gibraltar.
[6] Vida y obra del Dr. Mario Roso de
Luna (1872-1931),Científico Abogado y Escritor. Tesis Doctoral de Dr. Esteban Cortijo Parralejo .
[7]
Un total de 33 cartas manuscritas de Rosso de Luna.
[8]
José Antonio Ferrer Benimeli; “Unamuno, los derechos del hombre y la libertad
de expresión: Un modelo de campaña masónica”
[9]
Cesar Luis de Montalbán; Mi labor en el norte de África (Tánger MCMLIX).
[10]
Junta Superior de Monumentos Históricos y Artísticos.
[11]
Numero 17; II época. (Mayo1926)
[12]
La primera campaña en Lixus la inicia en Septiembre de 1923.
[13]
Enrique Gonzalbez Cravioto. “Notas de historiografía arqueológica: La visita de
Joaquin Fontes a Tetuán y Tamuda (Marruecos) en 1923. Revista portuguesa de Arqueología.
Volumen 11. Num 1.2008, pp285-295
[14]
Gonzalbes Cravioto. “Los inicios de la investigación española sobre arqueología
y artes árabes en Marruecos (1860-1960). Boletín de la Asociación Española de
Orientalistas, XLI (2005)
[15]
Esta exposición, embrión del futuro museo se inauguró en agosto de 1929.
[16]
En ocasiones tuvieron que dejar las herramientas de excavación y empuñar las armas para defenderse de los bandoleros.
(Angel Cabrera,1924 y Parodi-Gonzalbes,2011)
[17]
En ese momento Hugo Obermaier todavía dirigía el primer departamento de
Prehistoria en España, creado en 1922 en
la Universidad Central (Actual Complutense) con el nombre de “Cátedra de
Historia Primitiva del Hombre”.
[18]
Francisco Carcaño lo describe así en sus “Rifeñerías”: “Otro explorador
extranjero hizo su aparición en Melilla, era el intaliano Angelo Ghirelli.
Poseía el árabe a la perfección y se internaba con mucha frecuencia. Cuando iba
vestido de musulmán, difícilmente se reconocía en él rasgo europeo alguno. Su
trato era fino y agradable. Tocaba el piano, sabía de medicina, tenía algo de
brujo y de adivinador”.
[19]
Exploración del cromlech de Mzora. Poblado de Xuahed. (Cesar Luís de Montalbán
y Mazas. 1935)
[20]
Septiembre de 1937
[21]
Todas los datos aquí reflejados ha sido tomados de la correspondencia personal
de Montalbán, de su viuda y de los contratos refrendados entre este y la
Administración Internacional de Tánger.
[22]
“La necropolis del Marchán”. Rusppoli nee Chambrum (1953) – En francés.
Escrito recopilado y redactado por Francisco José Pérez Escribano, que puso orden ,estudió y acabó presentado este elaborado estudio.
Escrito recopilado y redactado por Francisco José Pérez Escribano, que puso orden ,estudió y acabó presentado este elaborado estudio.